Los barcos están obligados a soportar altísimos niveles de humedad. De hecho, la humedad es el ambiente natural del barco, nunca podremos erradicarla por completo, pero sí debemos intentar mantenerla a raya. Y es que, si no conseguimos controlarla, la humedad llevará aparejadas toda una serie de posibles consecuencias negativas: desperfectos en colchonetas y ropa, corrosión de materiales metálicos, problemas con la madera... Por ello, todo lo que podamos hacer en contra de la humedad es poco. Sin lugar a dudas el mayor problema lo tendremos cuando nos veamos obligados a dejar el barco fondeado en puerto por largo tiempo (sobre todo durante el invierno). Si este es su caso, deberá tomar las siguientes medidas preventivas básicas:
No deje ropa ni colchones húmedos, esto hará que el nivel de humedad interno aumente y provocará la aparición de moho.
Intente eliminar cualquier resto de sal.
Utilice los correctos sistemas de aireación. Resulta fundamental que en el barco circule el aire, incluso cuando está cerrado.o de los problemas de las embarcaciones son las humedades que, traerán aparejadas otros muchos problemas. Por lo general, las zonas de motor y baterías suelen estar mejor provistas en relación a este tema, pero aún así, requieren de un control por nuestra parte. A continuación haremos un análisis de las diferentes opciones de ventilación que existen, tratando de establecer cuál es la mejor para cada caso y situación.
Lo primero es ventilar el interior cada vez que es posible. Conviene dejar despejadas las aberturas y rejillas destinadas a este propósito, colocar extractores o tubos de ventilación para mover el aire en lugares muy encajonados o recurrir, en caso que eso no sea posible, a los deshumidificadores químicos a los que hay que cambiarle la bolsa cada cierto tiempo (algunos duran un mes). Una buena solución para los armarios son las puertas con celosías (persianitas) que ventilan aun cerradas. Cuando no se tiene este tipo de armario, un mini extractor similar a los ventiladores de computadoras instalado en un agujero lateral, expulsará la humedad con eficacia. Si el piso es de madera y pasa mucho tiempo con humedad acabará oscureciéndose y lo que es peor aún: la madera se hinchará, por ello hay que lavarlos, secarlos y barnizarlos. Para inspeccionar la sentina, conviene quitar los pisos, absorber toda el agua con ayuda de una esponja, lavar y secar con un trapo absorbente. No debe quedar una sola gota ya que será la mejor manera de observar cualquier entrada de agua. Engrasar todas las válvulas del fondo y si hay alguna que normalmente no se abre habrá que hacerlo varias veces seguidas para comprobar el buen funcionamiento. La aireación es importante porque al cerrar todos los tambuchos conservaremos por más tiempo la temperatura lograda con un caloventor o el everpage. Sin embargo, al no haber renovación de aire se favorecerá la condensación debido a que durante la respiración nocturna los pulmones desprenden vapor de agua. Un lugar donde suelen instalarse rápidamente los hongos son los contramarcos de los tambuchos y pueden quitarse fácilmente con un trapo embebido en agua con unas gotitas de lavandina. En verano, lo ideal es que estas aberturas permanezcan abiertas el mayor tiempo posible (solo habrá que bloquear la entrada de mosquitos). Para inspeccionar el interior de la carpintería y corroborar la presencia de hongos y manchas de humedad, habrá que quitar periódicamente colchonetas y almohadones; lo indicado cuando se cierra la embarcación es dejarlos parados de canto para que no acumulen humedad.
Cartas náutica, libros y revistas absorben humedad y no la sueltan fácilmente. Conviene guardar las cartas adentro de una carpeta plástica grande que quedará sujeta con un par de tornillos y shocort bajo la mesa de navegación a unos 30 cm por encima de la sentina.
Humedad más Olores
El motor, además de limpiarlo, cambiar los filtros y el aceite, corroborando que el cárter no quede vacío. Repasar la tensión de las correas, las baterías, los contactos del motor de arranque, el alternador y la llegada de gasoil. Conviene siempre mantener el depósito de gasoil totalmente lleno ya que de esta manera no quedará espacio para que se filtre aire cargado de humedad que pueda condensar agua en el interior del depósito. Limpiar los bornes de las baterías y cargarlas a tope enchufando a 220 voltios. Lo mismo ocurre con el tanque de agua que debe permanecer totalmente lleno y con unas gotas de lavandina. Al no dejar aire en el depósito se evitarán posibles problemas de contaminación del agua con las bacterias. El cuarto de baño debe tener siempre el ojo de buey abierto para mejorar la aireación. Asimismo, la limpieza periódica a fondo sumada al lavado y mantenimiento de los filtros de agua sucia de la ducha, ayudan a evitar olores.
No sólo por motivos de higiene del barco: con una limpieza exterior a fondo con esponja suave y jabón biodegradable, especialmente en el roce de las defensas y la línea de flotación podrán detectarse sitios que tienen humedad o por donde se filtra agua y también puntos del casco que hayan sufrido alguna rozadura o impacto y que necesiten ser reparados. Si es posible sacar el casco del agua, revisar exclusas, pasacascos, timón, entradas de agua y obra viva en general. No utilizar selladores a base de silicona, sino de poliuretano mono-componente.
Poleas, cáncamos y rieles acumulan polvo y sal, por eso deben aclararse a conciencia y poner silicona luego de lavarlos con esponja y jabón, así como limpiadores específicos si tienen manchas amarillas. Una vez secos, protegerlos con vaselina o silicona en spray lo mismo que el mástil, la crucetas, las luces, cables de estay, obenques, terminales, tornillos y anclajes. Asegúrese de que no haya ningún hilo de cable suelto y desenroscado.
Cuando el gelcoat haya saltado debido a un golpe dejando al descubierto la fibra de vidrio, lave y seque por completo la zona y recúbralo con nuevo gelcoat, ya que el agua podría penetrar por capilaridad en la fibra y producir un comienzo de ósmosis, producto de la humedad. Algunos barcos utilizan una lona integral que cubre toda la cubierta. Es la mejor solución. Además de la humedad, los rayos ultravioleta son terriblemente nocivos y se lo comen todo... hasta la teka. Pero el gran secreto contra la humedad es una atención constante y metódica
Tipos de Aireadores
El sistema más fácil para completar la ventilación de una embarcación es el uso de aireadores de cubierta, que nos garantizarán un flujo natural de aire. Este tipo de aireadores se colocan planos sobre la cubierta o sobre las escotillas.
Simples.
Eléctricos (con motor de 12 voltios): existen diferentes modelos, algunos con carcasas inoxidables que, sin duda, resultan mucho más resistentes.
Solares: este tipo de aireadores cuenta con una cubierta de gran resistencia realizada en Plexiglas, que permite concentrar los rayos de sol sobre un pequeño panel solar que está incorporado en la propia cubierta. De esta forma se alimenta el motor que se encarga de la ventilación. Algunos modelos disponen de una pequeña batería para garantizar el funcionamiento los días que no hace sol o durante la noche. Aunque los aireadores tradicionales, por su poca altura, estorban poco, resulta fundamental que se coloquen en zonas que no estorben el paso de la tripulación. Las líneas redondeadas, además, evitarán los posibles y problemáticos enganches. Para seleccionar sus aireadores, deberá tener en cuenta, fundamentalmente, la cantidad de metros cúbicos por hora que cada modelo es capaz de airear.
Aireador de Cubierta
El aireador clásico de cubierta puede estar asociado a una caja dorada. Esta caja tiene como función dejar pasar el aire y evitar la entrada de agua. En caso de que queramos completar nuestro aireador plano con una de estas cajas, deberemos seleccionar un modelo con las mismas dimensiones de fijación que el aireador, de manera que podamos utilizar los mismos agujeros de sujeción. Aunque algunos modelos de cajas se cierran de manera automática, en caso de lluvia o de rociones de las olas, conviene que nos aseguremos de que las cajas que llevamos a bordo están bien cerradas.
La Manguera de la Ventilación
El manguerote de ventilación se coloca sobre la escotilla de cubierta, suspendido mediante una driza. Este sistema permite una correcta ventilación del barco mientras éste permanece fondeado o amarrado al muelle, sea cual sea la dirección del viento. En la actualidad resulta muy común ver los manguerotes de tejido, estilo pirámide. Si va a adquirir uno de estos modelos, deberá buscar tejidos de poliéster, que resultan más ligeros, exigiendo sobre todo que no vibre con los efectos del viento y que no provoque los molestos silvidos
La Caja del Motor
A fín que el motor funcione correctamente es absolutamente necesario que esté bien aireado. Si un motor aspira el aire “viciado” de la cala del compartimento, la alta temperatura del aire ambiental provocará diferentes problemas en el motor, que pueden ir desde una disminución de su potencia hasta averías más graves como el deterioro de la junta de la culata (si la temperatura sube en exceso). Pero , el tamaño de los compartimentos del motor provoca que resulte muy complicado que circule en ellos el aire de una manera natural, por lo que será necesario que utilicemos algún medio eléctrico. Por lo tanto, los ventiladores en los compartimentos del motor se convierten en elementos indispensables de seguridad a bordo. En muchas ocasiones, la opción elegida es un extractor (que para los motores de gasolina y para evitar cualquier posible riesgo de explosión, deberá ser un ventilador extractor antideflagrante). El extractor encargado de evacuar el aire caliente deberá estar colocado en el lugar más elevado del compartimento del motor. Por su parte, el aire fresco es aspirado por la parte inferior del compartimento, por medio de las rejillas de aireación adecuadas. Este extractor deberá ponerse en funcionamiento cinco minutos antes de arrancar el motor, permaneciendo encendido mientras el motor está trabajando y, una vez parado el motor, el extractor seguirá trabajando por lo menos otros diez minutos más, a fin de expulsar todo el aire caliente.
El Deshumificador
Podemos encontrar diferentes sistemas para eliminar el exceso de humedad de nuestros barcos. Sin duda uno de los más generalizados en nuestros días, gracias a sus grandes ventajas, es el deshumidificador. Este tipo de aparatos van enchufados a la red eléctrica, consumen muy poco y nos permiten eliminar la humedad de forma sumamente cómoda y fácil: el agua se va recogiendo en un depósito integrado en el propio aparato (existen modelos que también dan la opción de evacuar el agua al exterior, lo cual resulta sumamente cómodo, puesto que evita que tengamos que estar pendientes del llenado del depósito y podamos dejar funcionando el deshumidificador sin problemas).